Microrrelato

Bajaste la mirada, recorriste mi brazo y levantaste mi cabeza tomándome con suavidad del mentón, me miraste nuevamente, yo también quise mirarte, sentía como algo dentro de mí se aflojaba y el corazón latía fuerte. El ambiente se tornaba cálido, tus ojos me dejaban ver los más profundos deseos de cruzar aquel umbral, y aunque el nerviosismo propio de la ocasión jugaba el papel de interponerse entre los dos, cerré los ojos y te inclinaste hacia mi, cerca muy cerca.
Recordaba en esos instantes cuantas veces habíamos estado así uno con el otro, tantas veces deseando aproximarme, y sentir pausadamente cada centímetro de piel de tus labios, explorar, recorrer y conocer los secretos de tu alma.
Me acerque entonces y te besé junto a los labios, pude sentir su calor y su disposición disimulada. Pero como todos los besos robados estos nacen y mueren casi al instante, dejando en el aire un perfume que te recuerda que ahí está suspendida la esencia de un beso que murió.
Comentarios
jajajjajajaja
=)